Para darle un aspecto más acogedor a tu vivienda, la tarima flotante es un material a tener en cuenta. Su estética es una de las razones por las que, hoy en día, es tan popular. Si estás pensando en cambiar el suelo de casa y te interesa esta opción, en Todorehabilitación te contamos cuánto cuesta poner una tarima flotante.
¿Cuánto cuesta poner la tarima flotante?
Hoy en día, muchos usuarios se plantean la posibilidad de poner tarima flotante en toda su vivienda. Normalmente personas que tienen parquet o baldosines y que creen que esta es la mejor opción. O bien aquellos que tienen ya una tarima desgastada y la quieren renovar.
Es por eso que la pregunta habitual suele ser cuánto dinero cuesta poner tarima flotante en toda tu vivienda y qué precios hay que tener en cuenta para no pagar de más.
En general, el precio actual de poner tarima flotante en España está entre 4 €/m2 y 60 €/m2. Sin embargo, este precio dependerá de la calidad de los materiales. Además, a ese precio deberás sumarle la mano de obra. A continuación te lo mostraremos más detalladamente.
¿Es lo mismo suelo laminado que tarima flotante?
Aunque ambos sistemas se utilizan como pavimentos, por regla general cuando hablamos de tarima flotante hacemos referencia a paviementos de madera mientras que el suelo laminado se realiza con materiales sintéticos que imitan a la madera. Así, el precio y la mano de obra de una instalación de tarima flotante es superior a la instalación de un suelo laminado cuyo precio es más asequible.
Precio de poner una tarima flotante
Como es evidente, la calidad en cuanto a resistencia y el material de la tarima flotante influyen en el precio final.
Tanto el precio de los materiales como el de la instalación se mide en metros cuadrados, excepto los rodapiés, que se miden en metros lineales. En concreto, el precio del rodapié puede estar entre 3 € y 15 € el metro lineal.
Los materiales de una tarima flotante pueden ser sintéticos (precio de 6 €/m2 – 30 €/m2), multicapa (precio de 15 €/m2 – 40 €/m2) o macizos (precio de 35 €/m2 – 60 €/m2). Por otro lado, según la resistencia que sean los precios también varían: resistencia AC3 (4 €/m2 – 7 €/m2), AC4 (10 €/m2 – 20 €/m2) o AC5 (15 €/m2 – 30 €/m2).
Se puede contratar a un profesional, además es totalmente recomendado, para que realice este trabajo, por tanto el precio de la mano de obra será desde 5 €/m2 hasta 15 €/m2.
Precio de materiales auxiliares
También existe la posibilidad de instalar la tarima flotante sin necesidad de un profesional, siempre y cuando se tenga un mínimo de conocimiento y habilidades para ello. En este caso, el precio de la mano de obra se descontará del precio final, pero habrá que añadir el precio de los materiales auxiliares que se necesitarán para llevar a cabo la instalación.
Estos materiales auxiliares son: kit de colocación de cuñas (desde 10€), cuñas de madera (desde 5 €), base aislante (desde 15€), capa antihumedad (desde 30€) y perfiles de transición (desde 7 euros).
Los precios son estimados, todo dependerá de varios factores. Pero gracias a estos se puede predecir que el coste total de estos materiales rondará los 70€ que habrá que sumar al precio de la tarima flotante.
Ventajas de la tarima flotante
A continuación destacamos cuáles son las ventajas de este tipo de suelos, así como lo que debemos de tener en cuenta antes de instalarlos.
- Buena resistencia: uno de los beneficios que ofrece el suelo de tarima flotante es su resistencia a los golpes, rasguños o arañazos.
- Menos coste: este tipo de material resulta mucho más económico que otros, como el parquet, lo que permitirá tener un suelo con una capa de madera noble a menor coste.
- Resistente contra el moho: por estar fabricada de materiales naturales, estas láminas son más resistentes a la propagación de bacterias y moho.
- Excelente aislante: un buen aislante contra el frío, haciendo los espacios más cálidos, lo que es ideal para las casas más húmedas y frías.
- Fácil instalación: no es necesario realizar obra para instalarla. Además, su instalación es muy rápida gracias a un sistema de clic, en el que solo hay que encajar las piezas. Es posible tener tu suelo nuevo preparado para usar en tan solo 48 horas.
- Versatilidad de colocación: se puede colocar directamente sobre casi cualquier tipo de pavimento. Las únicas condiciones que debe cumplir el pavimento son que se encuentre nivelado y que no haya humedad.
- Variedad estética: este tipo de suelo te permite escoger entre una infinidad de acabados y texturas disponibles en el mercado.
Detalles a tener en cuenta
Lo primero que se debe tener en cuenta es que si el suelo que pretendes cambiar, ya es de tarima, deberás quitarlo antes de instalar la nueva. No obstante, ya hemos visto que estos suelos son muy fáciles de poner y quitar.
Por otro lado, si tu suelo actual es de cerámica o piedra, tienes dos opciones: levantar todas las baldosas o instalar la tarima flotante encima. En cualquier caso, es importante que se coloque una lámina de separación entre el soporte y las lamas.
Tipos de tarima flotante
A la hora de hablar de los diferentes tipos de tarima podemos agruparlos atendiendo a dos clasificaciones: según su material y según su dureza o resistencia.
Según su material
En cualquier reforma que lleves a cabo en tu hogar el tipo de material va a ser un factor clave en el precio. La tarima flotante no es una excepción. A continuación, te hablamos brevemente sobre los diferentes tipos de tarima y sus cualidades:
- Sintética: este tipo de tarima flotante, está formada por varias capas de derivados de madera. La última capa se trata de un compuesto sintético (a base de resinas) con un dibujo que imita la madera. Es una buena opción para determinadas estancias, como cocinas y baños.
- Multicapa: está formado por varias capas de madera. La última capa, que será la que queda a la vista, será la de mejor calidad. Debido a los materiales utilizados, el resultado final se siente más natural. Para mantener este suelo será necesario acuchillarlo, aunque el número de acuchillamientos es limitado.
- Maciza: en este tipo de tarima, las tablas están formadas por un único material, madera maciza, por lo que el precio es más elevado. La tarima flotante maciza no es recomendable instalarla en baños, debido a que la humedad puede provocar daños en ella. No obstante, no es una opción tan delicada como puede parecer, ya que suele estar barnizada y esto aumenta su resistencia.
Según su resistencia
En función de la dureza y resistencia de los materiales, los suelos laminados se clasifican en cinco categorías: AC1, AC2, AC3, AC4 y AC5. Sin embargo, los que se utilizan de forma más habitual son los tres últimos.
- AC3: la “menos” resistente de las tres, por ello, se recomienda para aquellos lugares en los que no está previsto un gran tránsito de gente, como por ejemplo una vivienda.
- AC4: este tipo de tarima flotante posee una mayor resistencia, por lo que es más adecuada para viviendas con niños, o comercios donde el tránsito de gente sea leve.
- AC5: Por último, este tipo está pensado para aquellos lugares de los que se va a hacer un uso intensivo, como por ejemplo los bares o los centros comerciales.
Características de la tarima flotante
Los distintos tipos de tarima flotante, cuentan con características diferentes que pueden ser determinantes a la hora de elegir uno. En este apartado te hablaremos de ellas y haremos una breve comparación.
Tarima flotante de madera
La tarima flotante de madera se trata de madera maciza en una pieza única o en diferentes capas que pueden o no combinar varios tipos de madera (multicapa).
Respecto a las prestaciones que ofrecen, varían y tienen que ver con las maderas que se utilizan. Unas son más atractivas que otras, algunas son más caras y otras resisten mejor la humedad. Por tanto este tipo de tarima flotante, posee diferentes características a elegir con la que más se adapten a tus necesidades.
Por otro lado, permiten hacer reparaciones. Es necesario cierto mantenimiento, ya que periódicamente habrá que acuchillar y aplicar barniz al suelo. Sin embargo, si el cuidado es el adecuado, se trata de suelos duraderos por mucho tiempo.

Tarima flotante laminada
La tarima flotante laminada son paneles que están fabricados con materiales derivados de la madera, imitándola con gran realismo. Es el tipo de tarima flotante más económico del mercado y su característica principal es su alta resistencia al desgaste, por lo que además, no necesita un mantenimiento.
Está fabricada con materiales sintéticos que presentan una alta resistencia frente a la humedad, los arañazos o los impactos. Su base está compuesta por una lama de fibra de alta densidad, una capa de melanina, que es la que imita el aspecto de la madera, y un recubrimiento formado por una película transparente encargada de dar protección al conjunto.
Además la tarima flotante laminada se encuentra disponible en una enorme variedad de diseños, no solo imitando maderas. Existe una gran diversidad de calidades y prestaciones donde elegir.
Como principal inconveniente, se encuentra el agua. Ésta deteriora este tipo de tarima flotante, aunque en las gamas premium es un problema que se tiene relativamente bajo control.

Tarima flotante vinílica
La tarima flotante vinílica o también llamada de PVC es un revestimiento de plástico. Entre sus principales características encontramos: su resistencia a la abrasión, su impermeabilidad y su fácil limpieza. Este tipo de suelos es recomendado para estancias con demasiada humedad, como por ejemplo los baños. Ya que a diferencia de los suelos laminados, son resistentes al agua al 100%.
Puedes encontrar diferentes tipos de suelos de vinilo, algunos son más rígidos que otros, algunos tienen la base de foam incorporada y un grosor diferente. Por tanto, si decides colocar un suelo de vinilo, es recomendable buscar un buen asesoramiento para elegir el suelo vinílico que mejor se adapte a tus necesidades.

Comparación de tipos de tarima flotante
Si tenemos que comparar entre la tarima flotante laminada o sintética con la tarima flotante de madera, la principal diferencia es que la tarima laminada está fabricada con materiales sintéticos mientras que la tarima se trata de madera natural.
La tarima flotante de madera posee la estética de la madera natural, su tacto y unos acabados irrepetibles, por lo que cada pieza es única. Por otra parte, presentan también las desventajas de la madera: son más blandos que los laminados, por lo que se rayan y desgastan con más facilidad. Por tanto, cuando eso pasa es necesario acuchillar la madera para que vuelva a tener el aspecto natural, lo que conlleva un gasto mucho más elevado que la tarima flotante laminada, así que es necesario valorar si merece la pena invertir en ellos por tener un suelo de madera natural.
Además, en comparación con los suelos de madera natural, los suelos laminados tienen una mayor dureza. Al estar elaborados con materiales sintéticos, resisten el agua y en muchos casos son ignífugos. Apenas requieren mantenimiento y son más económicos, por lo que son la opción más cómoda para la mayoría de los hogares y comercios.
En cuanto a la tarima flotante multicapa o vinílica y su estética, es prácticamente igual que la tarima de madera, ya que la última capa que se le añade es madera natural, por lo que el acabado dará la misma sensación. En cambio, comparado con estos dos tipos de suelo, el laminado puede parecer falso en comparación con la madera multicapa, que generalmente no se puede distinguir de la madera maciza.
La madera multicapa está hecha de diferentes capas de madera unidas entre sí en una dirección transversal, por lo que es menos probable que se contraiga y expanda, lo que la hace más resistente, al igual que la tarima laminada, a la deformación en comparación con los suelos de madera maciza.
Dado que la capa superior es de madera maciza, al igual que la tarima de madera, no es completamente inmune al daño por humedad. Por lo tanto, el cuidado de los suelos de madera multicapa requerirá una limpieza regular y un mantenimiento periódico. Sin embargo, su calidad hará que sea duradera en el tiempo al igual que la tarima flotante de madera maciza.
Elegir una opción u otra dependerá sobre todo de los gustos personales de cada uno. Cada tipo de suelo tiene sus ventajas y desventajas, que es necesario conocer antes de tomar una decisión, y así poder tomar la decisión más acertada según tus necesidades.
¿Por qué la tarima flotante no se mueve?
Una tarima flotante se mantiene en su lugar debido a cuatro factores:
- Carpintería: las tablas o láminas de la tarima flotante suelen ir ajustadas mediante presión o pegamento.
- Fricción: debajo del piso hay un contrapiso que controla los movimientos laterales por fricción.
- Peso puro: a pesar de que el tablón individual no es muy pesado, en conjunto pueden pesar varios cientos de kilos en una habitación.
- Confinamiento: el suelo de madera está cerrado por tres o cuatro lados por paredes. Se requieren espacios de expansión, pero los muros ayudan a confinar el suelo.
Cuidados de la tarima flotante
Para cuidar bien una tarima flotante y que te dure en el tiempo, hemos recopilado una serie de consejos, para mantener una tarima flotante en buen estado por años:
- Uno de los consejos más básicos es cuidar el calzado con el que pisas la tarima flotante. Se recomienda no hacerlo con los zapatos de la calle, ya que traen suciedad o elementos como piedras que pueden rayarla. Lo más recomendable serán zapatillas apropiadas para andar por la casa, con una suela suave.
- Evita los productos químicos o abrasivos para limpiar el suelo, ya que puede dañar el suelo y hacer que se pierda el color. Lo mejor será usar solo agua y en caso de usar productos que sean específicos para ese tipo de suelo. Siempre utiliza una fregona bien escurrida para que no se extienda una humedad excesiva.
- A la hora de limpiar el suelo con una aspiradora, lo ideal será utilizar aquellas bocas que tienen cepillo.
- Por otra parte, es fundamental que a la vez que limpies el suelo también vayas pasando un trapo o una fregona seca para conseguir que quede perfectamente seco, que no queden rastros del agua y evitar que la humedad se pueda filtrar bajo la tarima y acabar deteriorándola demasiado.
Cómo colocar una tarima flotante
Como hemos mencionado anteriormente, la tarima flotante es un tipo de suelo sencillo de instalar, y aunque siempre está recomendado la ayuda de un profesional, la colocación de una tarima flotante es sencilla y rápida, sin necesidad de tener grandes habilidades de bricolaje.
Lo primero que tienes que decidir es cómo quieres fijar la tarima flotante al suelo, puedes hacerlo con clips, adhesivos o clavos. La opción más cómoda que te permitirá desmontarlo sin estropear la tarima y que te garantiza que vaya a quedar bien ajustado, son los clips. Además, aunque este paso es opcional, es recomendable colocar previamente un aislante para ayudar a reducir humedades, frío y los ruidos.
A continuación, los pasosa seguir para la instalación de una tarima flotante son:
- Comprueba que el suelo está laminado, limpio y seco.
- Coloca el aislante térmico y sonoro envolviendo el suelo y en las juntas de las piezas pon cinta aislante para que quede bien fijado.
- Coloca las lamas de madera manteniendo un margen o junta de dilatación de 15 mm. De esta manera, te asegurarás que quede siempre igual, y para ello lo mejor será que utilices unas cuñas.
- Cuando coloques la segunda hilera, ten en cuenta que la mejor opción es hacer que no coincidan las uniones de una fila con otra y que se utilice el sistema de machihembrado. Repite esta operación por toda la superficie.
- Retira las cuñas y pon los zócalos.
- Pon el rodapié fijándolo con un poco de pegamento o adhesivo de montaje a la pared.
- Limpia el suelo y, de forma opcional, aplica un producto que le aporte a la madera mayor conservación.
Y con estos 7 pasos ya tendrás instalada la tarima flotante. El tiempo en la instalación dependerá de las habilidades personales de cada uno y del tiempo que le dediques. Pero, en una media de 48 horas podrás empezar a utilizarla.